30 octubre 2006

Otra vez manejando.

Ya esta reparada la camionetita, otra vez manejo mínimo 1,5 horas diarias (todo es tan lejos en Santiago) Lo bueno es que tengo más tiempo para estar en casa, lo malo es que otra vez estoy leyendo menos.


 En mi travesía tras el volante por Santiago hay que estar atento al peatón hueón, ósea nada contra los peatones, el problema es la estulticia. Claro diariamente se me atraviesan personas (si es que se merecen el calificativo) intempestivamente por cualquier calle y en cualquier parte, normalmente incluso cerca de un paso cebra o semáforo, pero la cosa no termina ahí atraviesan familias enteras, ergo no son solo padres dando el mal ejemplo sino forzando a sus pequeños hijos a imitar su imbecilidad disfrazada de falsa astucia (ellos le denominan ser "pillo").


Esto contribuye a que conducir por las calles capitalinas sea aun más estresante todavía, sin embargo hay una nota irónica en todo esto y es que diariamente cuando me detengo en algún semáforo veo un perro esperando el cambio de semáforo, para cruzar la calle responsablemente mirando a ambos lados.


¿Cuál es la conclusión? Probablemente los perros no han dejado de evolucionar y ahora lo están haciendo para vivir en las ciudades creadas por la humanidad mientras esta pierde parte de la evolución alcanzada durante miles de generaciones.


8 Comments:

At 5:55 p. m., Blogger Pedro said...

Yo adaptaría las leyes un poco a modo de ese juego de computador que había, "Carmagedon"; te dan puntos por atropellar gente.

Entonces, cada vez que atropelles a alguien en medio de la calle donde no haya ni paso de zebra ni nada, te dan bonos para amortiguar futuros partes, o la patente. Así matas dos pájaros de un tiro; perfeccionas tus reflejos y puntería, y además habría menos tontuelos en el mundo ^^

 
At 9:01 a. m., Blogger Cenicienta said...

Lo mejor es cuando andan tan despistados por la calle, que cuando se dan cuenta de que tienen un auto a su lado a punto de atropellarlos, se asustan mucho y ponen unas caras chistosísimas!!!

Una vez tuve la oportunidad de ver una lección a un peatón descuidado... se podría decir que fue una advertencia; un "vieja estúpida, súbete a la vereda!".

Yo era chica e iba en el furgón escolar. Estaba lloviendo y una "señora" caminaba por la calle, pegada a la vereda, estaba pronta a cruzar la calle y nosotros justamente íbamos a doblar por esa calle. Como es costumbre, esta distinguida señora no se tomó la molestia de girar su cabeza para ver si venía un auto y simplemente cruzó.

Recuerdo que a mi tía del furgón le molestó tanto la actitud que frenó lentamente y se dejó ir con el vuelito hasta darle un "toponcito" a la distinguida señora.

Fue chistosísimo!!, porque claro!, ellos nunca se esperan que una persona tenga las patas como para chocarlos. La señora además iba con paraguas y una acitud de despreocupación tremenda.

Creo que gran parte de la culpa la tienen las leyes de tránsito... o sea!, si al momento de un atropello, antes de tomar detenido y llevar preso al conductor, se preocuparan de entender qué fue exactamente lo que pasó y se castigara al verdadero culpable (que muchas veces resulta ser el mismísimo peatón), las cosas serían muy distintas, y se les obligaría a andar con cuidado...

Saludos Branco y muy buen tema!

 
At 6:47 p. m., Blogger Red said...

Bueno, a mi me pasa lo mismo. Es un viaje épico el manejar por las calles de Santiasco.

Lo peor de todo, son los transeuntes como bien dicen. Se cruzan indiscriminadamente, cuando se viene el cambio de luz verde a roja para los peatones ni se apuran para cruzar...

Una vez, iba bajando por Eliodoro Yañez, llegando a la alameda (un poco antes de plaza itala, tipo metro salvador) y una pareja iba a cruzar desde un bandejon.. comenzarona avanzar con ansias de cruzar, pero algunos autos no le dejaba, pero se quedaron casi a la mitad de la pista, yo con rabia, no lo pensé dos veces y hacerque el auto lo mas que pude y le pegué al tipo con el espejo del auto, viendo por el retrovisor, vi como se asustó y además, le dolió bastante el golpe.

Yo creo que la mayoría de los accidentes de tránsito es por tema de los peatones... no hay cultura de ciudad en Chile... (si es que hay cultura de algo)

 
At 9:49 p. m., Blogger Pedro said...

Ufff, esa última frase fué un poco impulsuva; ¡los dioses no te oigan! jaja.

Pero es cierto, a pesar de que no soy conductor, veo todos los días a la masa idiota lanzarse a su destino cabeza a los parachoques

 
At 9:19 p. m., Anonymous Anónimo said...

no han pensado q la masa busca una muerte segura en las calles de Santiasco??? kien kerría tener una vida como la q ellos llevan??

 
At 10:41 p. m., Blogger Pedro said...

Buen punto! hay que ayudarlos!
A chocar pàpanatas se ha dicho! XD

 
At 9:12 p. m., Anonymous Anónimo said...

insisto no somos nosotros los malos, son ellos los desdixados.

 
At 10:08 p. m., Anonymous Anónimo said...

Que son trágicos para hablar se desahogan del peso que llevan por manejar en Santiago. mmmmm


Los peatones no saben cruzar y los que deben aprender son los niños para que cuando crezcan no crucen mal para no ser atropellados como las personas mayores que cruzan a mitad de calle y ser multadas y eso les doleria el bolsillo y aprenderian, ya que con palabras NO el dinero lo podria hacer.

Cenicienta entretenida tú historia y te encuentro la razón las leyes deberian cambiar. Ya que si tienes la mala suerte de atropellar a alguien el sábado quedas preso todo el fin de semana porque el juez llega le lunes a trabajar y si eres de la locomoción colectiva el lunes en la tarde sales con suerte.

 

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